TROMBA DE AGOSTO: JORGE PIMENTEL

Jorge Pimentel es un poeta a quien le guardo un especial cariño, cariño que viene desde el día en que descubrí su volcánica poesía cuya desarmada expresión fue entintada en el papel que dio a Luz su Tromba de Agosto, obra fundamental del vate y claro , de nuestra poesía. Ante mis ojos yacía un cúmulo de poemas extraños y corajudos, sin antecedentes en el Perú, ni siquiera Vallejo fue tan rabioso. El alba aparece y desparece pero el cielo es el mismo, son pocos los escritores y/o los libros que realmente me impactan y me sacan del spleen, pero cuando ello sucede no hay quien me pare en juntar todo aquello que tenga que ver con quien encendió la chispa: recorte de periódicos, revistas que hablan del fulanito, adquisición de sus libros, etc. Eso me sucedió y me sucede con Pimentel a quien, muchos años después de haber leído Tromba de Agosto y de adquirir (a las buenas o las malas) los pocos poemarios que publicó, le conocí en el sitio menos imaginado: ambos hacíamos la cola en una agencia de Miraflores de Telefónica del Perú. Algo en común teníamos, nuestras barrigas crecidas y los recibos vencidos. Un afectuoso abrazo con el poeta sello la despedida.