Queridísimo Ramón Gomez de la Serna..
Yo hubiera querido escribir como Ramón (Madrid 1888-1963), aquél que fundó el monólogo inteligente y el ingenio inmediato para crear frases que son como estampas grapadas, para siempre, en la memoria, y a cuyo oficio denominó "greguería", por aquello de las imágenes cotidianas y sencillas que capta el ojo del hombre para luego acunarlas en papel fresco que humean olor a ironía, humor negro, y agudeza, extendiéndole así su partida de defunción a las ya caducas y soporíferas "Máximas" (o su gemelo ridículo made in perú "Pastillas para levantar la moral") : "Nos aliviaríamos si comprendiésemos que morir es la última diversión de la vida". Con Ramón no hay pierde, con él uno aprende amar y reirse de la vida y de sus crueles embustes, reirse de uno mismo, he ahí nuestro secreto plan, receta para quienes justamente vivir les pesa tanto como su propia mugre.
1 Comentarios:
Inconmensurable Ramón Gómez de la Serna. Un par de greguerías suyas:
"Si ya ha caído el rayo, el aviso del trueno sobraba."
O: "Cuando por los altavoces anuncian que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo."
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