Adiós maestro invisible: Juan Ramirez Ruiz...
El sábado por la mañana cuando me levantaba de una tropicalísima resaca la noticia me llegaba como presagiando la inmensa tristeza que sentiría con el pasar de las horas: El poeta Juan Ramirez Ruiz había muerto o, en todo caso, a raíz de su desaparición intempestiva su muerte era confirmada. Fue enterrado como un NN al ser arrollado en la panamericana norte por un Bus mientras –dicen-caminaba sólo como un lunático sin documento alguno que lo identificase. Yo diría más bien: caminaba como un iluminado.
Me he quedado contemplando una foto suya que tengo en mi ordenador. En lo extraño que se le veía. Juan se borró hace mucho del mapa. Se borró desde que decidió desembarcarse de Hora Zero, el grupo que cofundara en los años setenta. Estaba claro que Hora Zero ya no era lo mismo sin Juan. En realidad HZ ya no es lo mismo hace mucho tiempo.
Un día el Poeta Mexicano Mario Santiago Papasquiaro, el entrañable Ulises Lima de los Detectives Salvajes, dedicó su obra Aullido de Cisne al Poeta Chiclayano diciéndole esto: Para mi maestro invisible, el arcipreste Peruano Juan Ramirez Ruiz.
No sé si Mario lo habrá conocido, pero de que lo leyó no me cabe la menor duda. Y observen que tan puto es el destino: el maestro invisible murió de la misma forma que su discípulo Mexicano.
Un día también, en esos arrebatos que a veces se me ocurre, quise hacer un viaje a Chiclayo para visitar a Juan. Ver a la leyenda. Tomarme foto con el, y preguntarle porqué siendo uno de los mejores poetas de los últimos tiempos vivía alejado de todo y de todos. La osada empresa nunca la llevé a cabo.
Adiós Maestro, y ríase a carcajada cuando los idiotas de siempre de este País salgan recién a reconocer sus méritos, llenándose la boca de las mismas tonteras que siempre dicen, del mismo salame que siempre cantan, y de los homenajes que recién estos imbéciles le harán.
Salve, Juan.
Me he quedado contemplando una foto suya que tengo en mi ordenador. En lo extraño que se le veía. Juan se borró hace mucho del mapa. Se borró desde que decidió desembarcarse de Hora Zero, el grupo que cofundara en los años setenta. Estaba claro que Hora Zero ya no era lo mismo sin Juan. En realidad HZ ya no es lo mismo hace mucho tiempo.
Un día el Poeta Mexicano Mario Santiago Papasquiaro, el entrañable Ulises Lima de los Detectives Salvajes, dedicó su obra Aullido de Cisne al Poeta Chiclayano diciéndole esto: Para mi maestro invisible, el arcipreste Peruano Juan Ramirez Ruiz.
No sé si Mario lo habrá conocido, pero de que lo leyó no me cabe la menor duda. Y observen que tan puto es el destino: el maestro invisible murió de la misma forma que su discípulo Mexicano.
Un día también, en esos arrebatos que a veces se me ocurre, quise hacer un viaje a Chiclayo para visitar a Juan. Ver a la leyenda. Tomarme foto con el, y preguntarle porqué siendo uno de los mejores poetas de los últimos tiempos vivía alejado de todo y de todos. La osada empresa nunca la llevé a cabo.
Adiós Maestro, y ríase a carcajada cuando los idiotas de siempre de este País salgan recién a reconocer sus méritos, llenándose la boca de las mismas tonteras que siempre dicen, del mismo salame que siempre cantan, y de los homenajes que recién estos imbéciles le harán.
Salve, Juan.
2 Comentarios:
Bien, puñalón.
Yo estoy entre los que no se preocuparon por Juan.
¿Te acuerdas de "Masa"?
Si pudiera ahora, abrazaría a Juan.
Mabel
La muerte del poeta juan ramirez ruiz ha enlutado a las letras peruanas. es una gran perdida.
saludos puñalon
maria gracia
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