lunes, noviembre 10, 2008

Historia de una actitud (Reinado Arenas)


Aquí no interesa si Reinaldo era homosexual o andaba con la alita rota (como dice el Lemebel), lo que interesa es la actitud valiente de un escritor que traicionado por casi toda Cuba (su país) y por su propio sueño (que lo llevó en un principio apoyar la revolución cubana) nunca se amilanó ante el atropello, la intolerancia, la traición (entre los que se contaban varios escritorzuelos traidores), y las horas y horas en celdas inmundas condenado a trabajos forzados que nunca imaginó hacer. Hasta el último día de su vida fue fiel a una sóla causa: el repudio al régimen Castrista que a la postre resultó peor que la anterior. Él que quería ser libre en una Cuba que tanto amó y al que nunca pudo regresar, le fue arrebatada la libertad y su país; y entre crear y ceder a la burocracia cobarde de escritores sumisos al régimen, prefirió fugar de la isla porque era lo único que le garantizaba seguir creando. He aquí a un hombre a carta cabal, viril por donde se le mire, que a diferencia de García Marquez (el verdadero marica para el deslinde) nunca se convirtió en ninguna vedette y esbirro del marrano régimen.

PD.-Por cierto, lo de García Marquez ya resulta patológico y lamentable, a su edad el viejito sigue haciendo el ridículo tomándose fotitos de verano con el mandamás de la Isla. Nos haría un gran favor si ya estuviera bajo tierra: al menos le leeríamos y lo recordaríamos con menos bronca.