CHILE y SU IDIOTIZADA CLASE POLÍTICA

De regreso de Buenos Aires al Perú hice una escala obligatoria en Santiago de Chile, escala que duró casi todo un día. Ello me obligó, amén de la curiosidad, recorrer por unas cuantas horas el centro de Santiago. Allí uno observa y huele la extraña combinación entre modernidad, lujo, belleza y el pestilente olor a caca y orine en esquinas realmente miserables, rezago sin duda del espíritu pinochetista que aún flota en el ambiente. La peor herencia que puede dejar un dictador a su país es haber idiotizado a su pueblo y a su clase política, esta última adicta y cerril en otros tiempos o en su defecto debiluchos adlateres. Sucedió en todo el mundo y como no en el Perú y Chile. Sabido es que en el cromosoma de la clase política chilena y en especial de la Derecha Chilena (frente a los cuales se subleva una renovada, inteligente y enérgica juventud de ese país) late siempre un ultranacionalista, un desleal, y un vivaz ladrón, surgida aparentemente de su acumulado resentimiento de siglos por haber sido en otras épocas parte de una simple y moribunda capitanía de harapos. Así por ejemplo un político idiotizado es el inútil Diputado de derecha Iván Moreira quien (según los panfletos libertarios de Chile) tiene como principal oficio el de limpiarse las uñas y de tanto en tanto proponer idioteces de todo calibre como aquella de construir una estatua en honor al dictador Pinochet. Este inimputable ahora propone otro dislate: que se restrinja el ingreso de ciudadanos peruanos a su país, por el agravio del Perú de llevar los diferendo fronterizos a la Haya. Ya les digo es un inimputable es decir subnormal, ¿y qué dirán ahora todos los mentecatos de siempre que ven en Chile un modelo de política moderna a imitar?. Já. En todo caso hago mía aquella elocuente y querendona frase del escritor Oswaldo Reynoso que decía “En el fondo de cada roto chileno, duerme un payaso”.

(En la foto el político pelele: iván moreira)