ESPAÑA NO EXISTE...

Cuenta la leyenda que antes que España (nuestra madre patria que resultó más puta de lo que pensábamos) reciba a peluqueros, albañiles, cocineros, universitarios y demás desempleados tercermundistas que viajan y se arremolinan en sus mugrientas callejuelas, el escritor Peruano Alberto Hidalgo leyó en Madrid (frente a una pléyade de conocidos intelectuales y demás curiosos) un discurso que sacó roncha y causó, en los españoletes, picazón de sarpullido ; el discurso llevaba por título “España no Existe”, conferencia-diatriba que alborotó el gallinero y encabritó a más de un torero que salió sin capa. Al parecer no hay en la historia un antecedente semajante o igual a esta osadía. Ya imagino la cara de gozo que habrá puesto el escritor al dejar, con su discurso, una España de tan memorable retrato “En España la prostitución está más extendida, probablemente, que en ningún otro país del universo. Es aplastadora, fastidiosa, irritante. No se puede caminar sin encontrar mujeres de alquiler. En todas partes se las ve. Lo es la escritora que nos consagra un elogio, la dama aristocrática que nos brinda una sonrisa, la sirvienta que nos trae el desayuno, la esposa de nuestro amigo, la vecina de enfrente (….) Es la prostitución de la casada que engaña al marido, de la hija que miente al padre, de la hermana que hace tonto al hermano (….), ¡en España son feas hasta las mujeres bonitas!”; claro, eran otros tiempos, ahora los latinoamericanos viajan a España casi en harapos y en plan de mendigar migajas.