viernes, abril 11, 2008

Desde Huarmey el poeta "Lalo Ayala" rinde homenaje a Charles Baudelaire....

Yo decidí escribir estos poemas en homenaje al maestro Baudelaire un día que caminaba sólo por las calles de Huarmey, muy triste, inmensamente triste, por la reciente muerte de mi madre -me cuenta Lalo Ayala-, era como rebelarme contra la muerte, contra ese designio faltal del hombre -concluye el buen Lalo, casi como el Mersault de Albert Camus. Eduardo "Lalo" Ayala es un viejo amigo de la Universidad a quien le había perdido el rastro desde que egresamos de ese cláustro, y su nombre y su amistad siempre ha estado ligado al recuerdo de Casma, la ciudad de Lalo, y de como un día el terremoto le quitó su ciudad y desde los mismos escombros esta se fue reconstruyendo. Quizás sea el vago recuerdo de ese sismo lo que llevó a Lalo a ser un rendido seguidor del Poeta Francés , sólo que este vate producía los sismos con su poesía. Reproduzco aquí, hipócrita lector, dos de los poemas con que el buen "Lalo" rinde homenaje al poeta de "las flores del mal", a saber:


A LAS SEIS EN CASTILLA

Caminando entre luciérnagas y grillos,

Las cloacas de esta ciudad se levantan

Son las horas del veneno,

Los eructos en la noche

Suenan como la voz de Juan Diego,

y los orines de los perros,

Corren como ríos por los surcos,

Me aturden las hojas secas

Que corrigen los pisos lacerados,

y el buitreo seco

Se carcome la tierra,

Es domingo en el Parnaso,

Una botella pensativa

(Pero vacía) se plasma concreta,

Y un vecino se asoma,

Presagiando la bruma en la calle.

Disponiéndome a salir,

Una mirada me atrapa,

Distraída y meditabunda

Como del antaño en sus veces,

Es el Mariscal,

Quien duro en el ánimo,

Testifica mis pasos enervantes

Y estos versos estúpidos.



EL SEXTO PUESTO

El sexto puesto lo gané yo,

Por imbécil y por huevón,

Ante la carrera de la vida

Carrera incompleta que anima.

El Sexto no existe,

Sólo cuando estuve en tu prisión,


Dentro de besos traidores

O cuando juglares pendejos

Quisieron usar mis motores.


Quise llegar pronto,

Al estilo del bien y el mal,

Disfrazado de humano

En el interior de un café,


Pero me dieron el sexto

Por querer darme el tercero.

Ficción de triunfo

En esta carrera que culmina

En mi constancia y en mis ganas.


La marca está dada,

En este silencio de almas,

Cuando la paz se clama

Llegaré último

Con el valor sin llamas.


Del plaquet titulado "Seis", Eduardo Ayala Vera (1972), abogado y poeta.


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