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Bienvenida Cristina!!!!

Casi por muchos años la Argentina era vista como un ejemplo, era la Europa que tanto Sudamerica anhelaba en parecerse; pero no todo era frivolidad y buena arquitectura, la argentina era también la corriente libertadora que combatió a sable y fuego en ignominiosos campos de batallas (Don José de San Martín), era cultura (José Hernández y su gauchesco Martín Fierro, los dos grandes Leopoldos: Marechal y Lugones, la adoptada Alfonsina Storni, Roberto Arlt y sus aguas fuertes porteñas, etc), hizo del tango (de origen prostibulario) una música universal; como lo recordó Mario Vargas Llosa hace poco: la argentina fue el primer país del mundo en erradicar el analfabetismo. Eran, claro, otros tiempos.

Hoy nos visita la que pueda considerarse quizás como la expresión más elevada de la Decadencia de la Argentina, la señal de que algo se está pudriendo hace mucho, del país gaucho tocando fondo; es verdad que con el jeque de Menen la argentina llegó a niveles estercoleros y nauseabundos (nunca antes visto en su historia) cuya animalización lo llevó a vender armas contra el Perú durante el conflicto con el Ecuador, sin importarle su condición de garante, ni nuestro apoyo histórico a sus innumerables causas; el aprobio de la traición hecha cobardía, porque se puede olvidar el golpe pero no la traición; la hombría gaucha de ayer, frente a la banda de hampones contemporaneos que es hoy. Y en esa banda están los "K", el marido y la esposa, ese consorcio parrillero con carnes que expele mal olor; los K no son de fiar porque tienen por bandera la del oportunismo rastrero que ha puesto a la Argentina como el país menos interesante para hacer alianzas, es de la misma camada de montoneros mañosos de los último años; veremos nomás qué vestido estrena Doña Fernández, será lo más interesante para el chismorreo limeño.