Quién nos libra de este par de idiotas....

Oirlos una vez, está bien, oirlos dos veces, en la repetida está el gusto dicen (viejo dicho), pero tres, cuatro, cinco, y el infinito como telón, y para colmo de males te los encuentras en todos lados, resulta aburrido y asquiante. Porque todo lo que dicen es repetitivo, todos sus chistes criollos, limeños, y de bacancito de la esquina Dasso dan vuelta sobre si mismo, y aquello que al principio era gracioso se convierte en una burda estafa. ¿Cuál es la diferencia entre este parcito de encaramados y los ordinarios chistes de los cómicos de la plaza San Martín?, ninguna. Hoy esa estafa quiere extenderse a un libro, un libro que seguro contendrá la misma monserga que ya hemos venido escuchando año tras año (y ahora solo falta que ese tal Galdos venga con la misma huevadita librera).