Rolland (en el prólogo al libro "Los Discursos de Rosseau") "no tenía más aspiración que alcanzar la tranquilidad de una vida mediocre y ociosa, sin grandes necesidades". Pero cuando cogió la pluma y dejó salir "al mounstruo que lleva dentro" atacando todo y a todos, entonces la cosa trocó, se convirtió en un torrente influyente que hasta el propio Rosseau tuvo miedo, prometiéndose nunca mas volver a escribir. Pero fue imposible, ya la pasión le había ganado. El pensador que sentenciara que "El hombre ha nacido libre y está en todas partes encadenado" o que "renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombre", se convirtió no sólo en el hombre de su tiempo, sino: de todos los tiempos.
lunes, junio 27, 2011
Jean-Jaques Rousseau, el Vago.- De la ociosidad nacen grandes ideas. Rosseau (Ginebra 1712) hasta antes de cumplir 35 años de edad era un completo vago. Perezoso y olvidadizo estaba más entregado a una vida sin rumbo que a la disciplina que impone el ejercicio de las ideas. Como bien anotaría Romain
Rolland (en el prólogo al libro "Los Discursos de Rosseau") "no tenía más aspiración que alcanzar la tranquilidad de una vida mediocre y ociosa, sin grandes necesidades". Pero cuando cogió la pluma y dejó salir "al mounstruo que lleva dentro" atacando todo y a todos, entonces la cosa trocó, se convirtió en un torrente influyente que hasta el propio Rosseau tuvo miedo, prometiéndose nunca mas volver a escribir. Pero fue imposible, ya la pasión le había ganado. El pensador que sentenciara que "El hombre ha nacido libre y está en todas partes encadenado" o que "renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombre", se convirtió no sólo en el hombre de su tiempo, sino: de todos los tiempos.
Rolland (en el prólogo al libro "Los Discursos de Rosseau") "no tenía más aspiración que alcanzar la tranquilidad de una vida mediocre y ociosa, sin grandes necesidades". Pero cuando cogió la pluma y dejó salir "al mounstruo que lleva dentro" atacando todo y a todos, entonces la cosa trocó, se convirtió en un torrente influyente que hasta el propio Rosseau tuvo miedo, prometiéndose nunca mas volver a escribir. Pero fue imposible, ya la pasión le había ganado. El pensador que sentenciara que "El hombre ha nacido libre y está en todas partes encadenado" o que "renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombre", se convirtió no sólo en el hombre de su tiempo, sino: de todos los tiempos.
Yo, abogado.- Con el tiempo el gusto por mi profesión ha ido en aumento (in crescendo, que le dicen). Creo sinceramente que el Derecho debe ser la única disciplina que abarca casi todas las Humanidades: Historia, Filosofía, Sociología, hasta Literatura. En mi caso me dedico a la defensa desde mi propio Gabinete Jurídico. Es decir al Litigio en los Tribunales. Demás está decir que el abogado litigante es el abogado más completo (debe dominar el proceso, pero también la parte sustantiva). La sensación de la victoria y la derrota. A la par de mi espíritu librero en el libre albedrío, mi compra de libros de Derecho los hago en forma corporativa, es decir de una casa editora a la que me suscribo de vez en cuando para que me pueda inyectar información. Resulta necesario y forma parte de mi herramienta para el ejercicio de mi profesión, casi tan igual como la tijera para el peluquero o la navaja para el barbero. Cada que pienso en Abogado pienso -perdón por la redundancia- en Don Manuel Atanasio Fuentes (El Murcielago), o en el Cuzqueño (Q.e.p.d) Don Carlos Ferdinand Cuadros Villena, mi viejo profesor de Derecho Civil (dedicado en los últimos días de su senectúd a Desasnar a los vocales de la Corte Suprema). O en el Juez jubilado de una provincia Argentina y escritor secreto quien a su vejez empezó a publicar sus primeros cuentos, me refiero a Don Juan Filloy. El tema tiene para largo, pero así van las cosas.
sábado, noviembre 06, 2010
De culto
La Violencia de Tiempo de Miguel Gutierrez
Acaba de editarse "La Violencia del Tiempo" (LVT) obra "cumbre" del escritor Piurano Miguel Gutierrez. Para muchos ha sido un acto de justicia que una obra de esa naturaleza (exquisita, compleja, y controvertida) esté nuevamente a dispocisión en los estantes de las librerías; para otros -como el suscrito- llena un vacío en nuestra Biblioteca con una obra calificada -con aserto incuestionable - como de "culto". Sus mil cuarenta páginas (la primera edición del libro fue en tres tomos) hace que uno le dedique un tiempo especial (en mi caso: en oficina y a partir de las 11 de la noche), un tiempo ad-hoc que vale la pena. Mención a parte merece el título de la Novela, en lo que a mi respecta: es uno de los mejores títulos que he leído en la frondosa y a veces alicaída novela peruana.
Dos obras preceden a mi lectura de la Violencia del Tiempo: "Babel, el paraiso", y "Cinco historias de mujeres y otra sobre Tamara Fiol"; dos obras quizás menores en la basta producción de Don Miguel pero suficiente para despercudirme de cualquier prejucio ideologizado hacia el escritor y valorarlo como el gran narrador y contador de historias que es. Entonces entendí lo que alguna vez en forma descreída leí por ahí: Don Miguel Gutierrez sólo será valorado cuando esté en el Cementerio carcomido por los gusanos.
La Violencia de Tiempo de Miguel Gutierrez
Acaba de editarse "La Violencia del Tiempo" (LVT) obra "cumbre" del escritor Piurano Miguel Gutierrez. Para muchos ha sido un acto de justicia que una obra de esa naturaleza (exquisita, compleja, y controvertida) esté nuevamente a dispocisión en los estantes de las librerías; para otros -como el suscrito- llena un vacío en nuestra Biblioteca con una obra calificada -con aserto incuestionable - como de "culto". Sus mil cuarenta páginas (la primera edición del libro fue en tres tomos) hace que uno le dedique un tiempo especial (en mi caso: en oficina y a partir de las 11 de la noche), un tiempo ad-hoc que vale la pena. Mención a parte merece el título de la Novela, en lo que a mi respecta: es uno de los mejores títulos que he leído en la frondosa y a veces alicaída novela peruana.
Dos obras preceden a mi lectura de la Violencia del Tiempo: "Babel, el paraiso", y "Cinco historias de mujeres y otra sobre Tamara Fiol"; dos obras quizás menores en la basta producción de Don Miguel pero suficiente para despercudirme de cualquier prejucio ideologizado hacia el escritor y valorarlo como el gran narrador y contador de historias que es. Entonces entendí lo que alguna vez en forma descreída leí por ahí: Don Miguel Gutierrez sólo será valorado cuando esté en el Cementerio carcomido por los gusanos.
jueves, octubre 07, 2010
MARIO VARGAS LLOSA, PREMIO NOBEL DE LITERATURA........
Son las 6:45 de la mañana en Lima-Perú y acabo de enterarme de la noticia; es el triunfo de la libertad, la Libertad derribó a la mezquindad, esa mezquindad ideológica que hizo que Don Mario por muchos años sea relegado de este premio mayor . Y pensar que en los Noventas Fujimori y su pandilla quisieron arrebatarle su nacionalidad . Hoy se hace justicia.
lunes, septiembre 27, 2010
Luminarias
Raúl Porras Barnechea, 50 años después....
Raúl Porras Barnechea, 50 años después....
"No hay duda de que el Perú, más que un país de novelas, de leyenda o de sainete, como quieren algunos, es un país de historia"
En 1935 Don Raúl Porras Barnechea publicó en Madrid un libro (que años mas tarde sería considerado de culto para muchos Limeñistas) denominado "Pequeña Antología de Lima". Luego en 1965 y para una segunda edición de dicha antología se le agregó su ensayo-conferencia: "El río, el puente y la alameda", dictada el 17 de abril de 1953.
Don Raúl, que había nacido en Pisco y no en Lima, que había viajado por todo el mundo ya sea como diplomático o como sencillo profesor de Historia , amó la Capital del Perú con la intensidad filial que sólo prodigan los amores puros y verdaderos, a pesar de que Lima era su ciudad adoptiva. Así un pisqueño terminó defendiendo -sin ambages ni complejos- el terruño predilecto de los Reyes de España y el desierto gris que fundara un analfabelto pero corajudo aventurero llamado Francisco Pizarro, el Padre de Lima.
Estamos pues ante un intelectual y un defensor, dos cosas distintas que en Don Raúl confluían de manera natural ya que a su arduo y elemental trabajo de investigación histórica peruana (sus discípulos: Vargas Llosa, Macera, pero sobre todo el maestro Jorge Puccinelli darían fe de su brío intelectual) también se sumaba su cerrada defensa a una ciudad que había sido maldecida por casi todos, y en especial por una corriente ideologizada con el trauma que produjo el choque entre dos culturas (la prevalencia del indigenismo).
Cumplido 50 años de la muerte de Don Raúl, la Historia del Perú sigue siendo inacabable
sábado, septiembre 11, 2010
Fotografía histórica
La Biblioteca Nacional del Perú en 1881
No es un mito cuando se dice que el Perú tuvo una de las mejores Bibliotecas de América, y no podía ser de otra forma: habiendo sido Virreynato y habiéndose instalado en sus tierras la primera Imprenta de Sudamerica (de donde salían impresos los libros que luego se repartían hacia otros destinos) es natural que la calidad Bibliográfica sea abundante y de primer nivel (verbigracia: los libros incunables y manuscritos que no tenían los otros paises de Latinoamérica). Tal era la importancia que la intelectualidad Europea (sobre todo: historiadores) interesados en la América tenían como fuente principal de consulta a la Biblioteca Nacional del Perú.
La foto que cuelgo aquí (y que la extraigo del Blog "Lima la única") nos muestra cómo era la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) en 1881, antes que la vulgar soldadesca Chilena (disculpen la redundancia) la convierta en establo y en el lugar de sus mayores pillajes (el robo). Si uno observa detenidamente la foto y si leyó la descripción de quienes alguna vez gozaron de ese recinto del saber (Prada, Mariano Paz Soldan, Palma, entre otros) se darán cuenta que no mienten cuando describen su belleza, belleza que brutalmente desapareció después de la destrucción y el saqueo.
Por último: al observar la foto la Poeta Rocio Silva Santisteban entrega un dato interesante: "la BNP de 1881" es muy parecida al Widener Library de la Universidad de Harvard, incluso más hermosa que esta.
La Biblioteca Nacional del Perú en 1881
No es un mito cuando se dice que el Perú tuvo una de las mejores Bibliotecas de América, y no podía ser de otra forma: habiendo sido Virreynato y habiéndose instalado en sus tierras la primera Imprenta de Sudamerica (de donde salían impresos los libros que luego se repartían hacia otros destinos) es natural que la calidad Bibliográfica sea abundante y de primer nivel (verbigracia: los libros incunables y manuscritos que no tenían los otros paises de Latinoamérica). Tal era la importancia que la intelectualidad Europea (sobre todo: historiadores) interesados en la América tenían como fuente principal de consulta a la Biblioteca Nacional del Perú.
La foto que cuelgo aquí (y que la extraigo del Blog "Lima la única") nos muestra cómo era la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) en 1881, antes que la vulgar soldadesca Chilena (disculpen la redundancia) la convierta en establo y en el lugar de sus mayores pillajes (el robo). Si uno observa detenidamente la foto y si leyó la descripción de quienes alguna vez gozaron de ese recinto del saber (Prada, Mariano Paz Soldan, Palma, entre otros) se darán cuenta que no mienten cuando describen su belleza, belleza que brutalmente desapareció después de la destrucción y el saqueo.
Por último: al observar la foto la Poeta Rocio Silva Santisteban entrega un dato interesante: "la BNP de 1881" es muy parecida al Widener Library de la Universidad de Harvard, incluso más hermosa que esta.
sábado, septiembre 04, 2010
Vida de poeta
Don Javier Sologuren...
Mi primer encuentro con el viejo poeta peruano Soluguren se da en el Departamento de Jesús María de los abuelos de mi amigo el Hereje. Él venía de Iquitos con todos su cachivaches de libros y manías miles, conocerlo fue una de las mejores cosas que me ha sucedido ya que juntos compartíamos nuestro amor por la buena poesía, tanto es así que a tiempo dejamos de un lado nuestra inútil intención de convertirnos en poeta con la finalidad de no dañar a la poesía. Es que éramos realmente mediocres. A lo que iba, Sologuren tenía pinta de profesor de escuela (y lo era, pero de Universidad), su sobriedad en el hablar se traducía también en su poesía. Era un poeta académico, es verdad, de viejo cuño, también es verdad, pero la poesía no sólo está en la calle (mitos de la pobre contracultura) sino en la capacidad de emocionarte. Toda poesía que emociona vale la pena leerla. La buena poesía no "enseña" sino mas bien provoca y es turbulenta , y eso lo puede lograr un poeta que se alimentó de la calle como uno que se apasionó por los Haikus japoneses en sus cláustros de investigación académica, como el caso del maese Soluguren. Cuando escribo esto acabo de terminar de releer algunos poemas de la vieja edición de VIDA CONTINUA que editara el Instituto Nacional de Cultura en 1971 y no hay manera de no prestar atención a estos versos: morir en esta ciudadela esculpida en una desierta mañana/morir llevado por el mar que respira contra los muros de mi casa. No me queda la menor duda que esa "ciudadela" es Lima (la Lima perdida de Sologuren), y que ese mar es el oceano que la baña. La melancolía gris del poeta.
Don Javier Sologuren...
Mi primer encuentro con el viejo poeta peruano Soluguren se da en el Departamento de Jesús María de los abuelos de mi amigo el Hereje. Él venía de Iquitos con todos su cachivaches de libros y manías miles, conocerlo fue una de las mejores cosas que me ha sucedido ya que juntos compartíamos nuestro amor por la buena poesía, tanto es así que a tiempo dejamos de un lado nuestra inútil intención de convertirnos en poeta con la finalidad de no dañar a la poesía. Es que éramos realmente mediocres. A lo que iba, Sologuren tenía pinta de profesor de escuela (y lo era, pero de Universidad), su sobriedad en el hablar se traducía también en su poesía. Era un poeta académico, es verdad, de viejo cuño, también es verdad, pero la poesía no sólo está en la calle (mitos de la pobre contracultura) sino en la capacidad de emocionarte. Toda poesía que emociona vale la pena leerla. La buena poesía no "enseña" sino mas bien provoca y es turbulenta , y eso lo puede lograr un poeta que se alimentó de la calle como uno que se apasionó por los Haikus japoneses en sus cláustros de investigación académica, como el caso del maese Soluguren. Cuando escribo esto acabo de terminar de releer algunos poemas de la vieja edición de VIDA CONTINUA que editara el Instituto Nacional de Cultura en 1971 y no hay manera de no prestar atención a estos versos: morir en esta ciudadela esculpida en una desierta mañana/morir llevado por el mar que respira contra los muros de mi casa. No me queda la menor duda que esa "ciudadela" es Lima (la Lima perdida de Sologuren), y que ese mar es el oceano que la baña. La melancolía gris del poeta.
miércoles, agosto 18, 2010
Obituario
Adiós Don Armando.....
Sólo resta decir lo siguiente: yo leí los cuentos de Don Armando, y no me gustaron; ví alguna vez alguna película suya, y tampoco me gustó. Pero Don Armando todo él superaba esas nimiedades de tinta de imprenta y cintas, porque Don Armando, como los antiguos griegos, era un sabio maestro que enseñaba desde la oralidad, en las respuestas que daba, en las conversaciones que sostenía en la televisión y que uno quería que no se acaben nunca. Como escribiera mi amigo el Hereje: "Uno de los pocos intelectuales íntegros que aún teníamos en éste iletrado país", y razón no le falta. Don Armando (librepensador y de espíritu ácrata) era de esa legión de privilegiados donde está, por ejemplo, el viejo Macedonio Fernández, el maestro de Borges. Borges en innumerables entrevistas manifestó que no fueron las obras de Macedonio las que le influenciaron y enseñaron, sino fue: el mismo Macedonio como persona, en sus deliciosas conversaciones, en su inmensa cultura, en su inacabable humanismo, en su genialidad de viejo diablo para dar la respuesta exacta y genial. Descanse en paz Don Armando.
Adiós Don Armando.....
Sólo resta decir lo siguiente: yo leí los cuentos de Don Armando, y no me gustaron; ví alguna vez alguna película suya, y tampoco me gustó. Pero Don Armando todo él superaba esas nimiedades de tinta de imprenta y cintas, porque Don Armando, como los antiguos griegos, era un sabio maestro que enseñaba desde la oralidad, en las respuestas que daba, en las conversaciones que sostenía en la televisión y que uno quería que no se acaben nunca. Como escribiera mi amigo el Hereje: "Uno de los pocos intelectuales íntegros que aún teníamos en éste iletrado país", y razón no le falta. Don Armando (librepensador y de espíritu ácrata) era de esa legión de privilegiados donde está, por ejemplo, el viejo Macedonio Fernández, el maestro de Borges. Borges en innumerables entrevistas manifestó que no fueron las obras de Macedonio las que le influenciaron y enseñaron, sino fue: el mismo Macedonio como persona, en sus deliciosas conversaciones, en su inmensa cultura, en su inacabable humanismo, en su genialidad de viejo diablo para dar la respuesta exacta y genial. Descanse en paz Don Armando.