HENRICH BÖLL

Las absurdas historias que se tejen en relación al origen de ese macuto y las leyendas que sobre el se crean (unas más disparatadas que otras) hacen del desenlance un final peculiar: la mochila termina, por azares del destino, en la mano de la anciana madre del soldado, quien nunca se enteró que dicho objeto fue de su hijo en los aciago días de guerra, sirviéndole el macuto como una bolsa que cuelga en la cocina y donde coloca las cebollas.
(En la foto, el infausto e historico día en que Berlín es tomada por los Rusos, el Tercer Reich caía y su máximo lider, el petiso de Hitler, se destapó los sesos de un tiro.)