Lacónico...

Por este mes los chauvinistas gritan la misma monserga de siempre, esa que nos ensordece y vuelven aburrida la ciudad: ¡viva el pisco!, ¡el ceviche es perruano!, ¡vivan nuestros héroes!; y algunos de nuestro Generales (que en su mayoría dan risa, son pusilánimes y cobardones, vencedores de guerritas de a mentira) hablarán a voz en cuello sobre nuestra independencia. Por su parte la idiotez limeña no tiene arreglo, su medianía en este mes los ha llevado a ocuparse toda una semana sobre el colorinche desfile de polleras que hace la empresa Wong, qué si es peruano, qué si es chileno, lo único cierto es que ese desfilacho jode el tránsito y es el éxtasis de la mansedumbre vulgar, lo demás no importa, es un pasacalle cojudo, venga de donde venga.
Con arreglo a esto debo decir finalmente que hace unos días mi madre me entregó una escarapela despintada y oxidada de mis días de escolar, me digo: éste país se despinta cada día, América del Sur se despinta cada día, y no habrá salva de cañones que nos recuerde que alguna vez existimos, y hasta nos independizamos. (Por: el hombre abreviado).