Puerto supe: ese puerto existe...

Ese puerto existió toda mi vida, y también para la poeta Blanca Varela, por eso nuestra querida Blanca le puso a su primer poemario (en respuesta a la pregunta que le hiciera Octavio Paz) : “Ese puerto Existe”. Y vaya que existe, allí en Puerto Supe (o Supe Puerto, según los radicales-pescadores-jubilados) nuestra poeta mayor pasó su infancia y la evocaría de esta manera, a saber: “Está mi infancia en esta costa/bajo el cielo tan alto/cielo/sombra veloz/nubes de espanto/(…)”.
La mañana del domingo nos despertó con el desgañitado canto del gallo, con tamales, pan francés, café, y una leve brisa marina. La paz del puerto[1] era un tanque de oxigeno.
[1] A principio de noviembre cuando una mañana del sábado decidimos tanquear de gasolina el auto y hacer ese mini viaje, de regreso del puerto y luego de comer arroz con pato y beber el vino barranquino de la hacienda poblete , recordé que el poeta Juan Ramirez Ruiz había escrito también un memorioso poema llamado “puerto supe”, incluido en ese libro de culto llamado “un par de vueltas por la realidad”.
[1] A principio de noviembre cuando una mañana del sábado decidimos tanquear de gasolina el auto y hacer ese mini viaje, de regreso del puerto y luego de comer arroz con pato y beber el vino barranquino de la hacienda poblete , recordé que el poeta Juan Ramirez Ruiz había escrito también un memorioso poema llamado “puerto supe”, incluido en ese libro de culto llamado “un par de vueltas por la realidad”.