sábado, octubre 21, 2006

LIMA 1928 y LONDRES 1977

Hay años y espacios que seducen al hombre, en lo particular me seduce la Lima de 1928. Ese año debió ser memorable, encendido y huracanado, penúltimo año a la desaparición del Palais Concert. 1928, dichoso año para el Perú, se levanta como hito para su Literatura por la aparición de tres obras imperdibles y que aún hoy, pese a su maceración y haber sobrevivido a ese callejón oscuro que fue la violencia en nuestro país, se mantienen fresca. “La casa de Cartón” de Martín Adán, los “Cinco metros de poemas” del puneño Carlos Oquendo de Amat y “Siete ensayos de interpretación de la realidad Peruana” de José Carlos Mariategui. El primero murió en un hospicio psiquiátrico, alcoholizado y deprimido; el segundo murió en Navacerrada, España, solitario, en la pobreza extrema y con tumba anónima (años después sus restos serían rescatado); y el tercero murió joven para desgracia nuestra. También me seduce el Londres de 1977 y la aparición de los Sex Pistols. Nunca se había visto tanta rabia escupida en la modosita y conservadora Londres. Londres está muy lejos de Lima y más lejos aún de sus provincias, y el Punk tiene distintos brillos musicales a las cuerdas ayacuchanas del maestro Raúl García Zarate. Pero la creación artística tiene en sus obras maestras un común denominador que opera como marcador, como punto de partida para lo que posteriormente vendrá, el antes y el después “de”, la detonación que faltaba. Lo singular del caso es que esa detonación está marcada por la única obra de sus autores, luego del cual desaparecieron. Esto último sucede con el Puneño Carlos Oquendo de Amat* con su único poemario publicado “Cinco metros de poemas”, un poemario de una belleza particular, cuando no osado y vanguardista, casi incomprendido, y hasta vilipendiado por una elite conservadora. “Cinco metros de poemas” marca en el Perú el inicio de la corriente Vanguardista. Y sucede también con el único LP editado por los Sex Pistols “Never mind the bollocks, here is Sex Pistols”, que fuera censurado desde un inicio y cuyo sonido monopoliza una extraña virtud que hace que se ponga en ristre mi adrenalina. Nunca hubo en la historia del Rock tamaña trifulca, y sabido es que su legado dura hasta hoy.


*"Hace aproximadamente treinta años, un joven que había leído con fervor los primeros escritos de Breton, moría en las sierras de Castilla, en un hospital de caridad, enloquecido de furor. Dejaba en el mundo una camisa colorada y "Cinco metros de poemas" de una delicadeza visionaria singular. Tenía un nombre sonoro y cortesano, de virrey, pero su vida había sido tenazmente oscura, tercamente infeliz. En Lima fue un provinciano hambriento y soñador que vivía en el barrio del Mercado, en una cueva sin luz, y cuando viajaba a Europa, en Centroamérica, nadie sabe por qué, había sido desembarcado, encarcelado, torturado, convertido en una ruina febril (...)Extracto del Discurso “La Literatura es Fuego” de Mario Vargas Llosa al recibir el premio Rómulo Gallegos. En lo particular considero el mejor homenaje que se ha hecho hasta ahora al Poeta Carlos Oquendo de Amat.


*La fotografía colgada ¿una muñeca inflable? ó ¿una hermosísima Geisha posando antes de entregarse a la lujuria?

miércoles, octubre 18, 2006

CARROMATO FÚNEBRE: LUIS JOCHAMOWITZ

Tiene mirada de sepulturero, pero también de un redactor de obituarios, asoma como un regente de una vetusta funeraria y hasta diría le seduce "las artes de la necrofilia". Lo conocí por su obra “el descuartizador del Hotel Comercio”, entonces, ya se darán cuenta por donde viene el gusto de Luis Jochamowitz, periodista y escritor Peruano, y también desenterrador de noticias viejas con olor a ropa de muerto. Güeviando por algunas Librerías Limeñas , como quien mata el tiempo en un frío y aburrido fin de semana, me topé con la última entrega del escritor que en edición pulcra (como los Jardines de la Paz) acaba de salir a la luz , cuando no, infecta de ese filo mortuorio y de crónica roja del cual es poseedor de especial talento. En “Ultima noticia” el escritor ha recopilado y seleccionado las noticias más exquisitas que aparecían en las últimas secciones de los antiguos diarios Peruanos (hablamos de noticias añejas, polvorosas, de periódicos conservados apunta de naftalina y que fueran publicadas en los años 1878, 1905, 1910, etc) y consideradas de poca importancia o de mal gusto (policiales). “La fantasía del progreso, la conmoción de provincia, la tontería, el paso del tiempo, el aburrimiento, y un solo acontecimiento grave para unos pocos, pero cotidiano como el diario de hoy para el resto: la muerte” (Luis Johamowitz, hace el aclare en el prólogo). Aquí se muestra el obituario de un Elefante, la noticia delirante de una sociedad que se forma para luchar contra el olvido, recorre escollos misteriosos a modo de un breve y espectacular relato policial “El hombre que desapareció”, el escalofrío de un “horror doméstico”, un golpe de tinterillada provinciana en “Excomunión y Tinterillada”, y así sucesivamente, hasta llegar a una sección que es de colección y a la que el escritor ha llamado “Panteón de Provincia”. Y ahora, ¿que dirán ustedes de su cacharro?.

HORROR DOMESTICO

"El criterio de Antioquia trae una escena insoportable. La niña de la casa se presenta en el salón arrojando “espuma sanguinolenta” por la boca, los padres y hermanos la rodean angustiados y le preguntan qué le sucede. La niña no dice ni una palabra. Alguien nota que tiene un papel en la mano, se lo arrancan, leen que “habiendo sentido vehementes deseos de blasfemar, había resuelto impedir el pecado cortándose la lengua con una tijera”. Luego descubren que en la otra mano todavía tiene la lengua”.(El comercio, 6 de Julio de 1892)